Blogia
Cosas que jamás comprenderé.

El comienzo


"Erase una vez un par de piernas en busca de enaguas de casamiento.
 
. . .  
 
Recorrieron miles de kilómetros por los parajes del país de la lencería de época, siguiendo las pistas, consejos y leyendas urbanas de los sabios y por tanto más viejos del lugar que encontraron las piernas en su viaje de búsqueda .
 
. . .  
 
Siguieron buscando hasta la hora de comer, entonces decidieron cerrar el círculo y empezar a vender camisetas. Pero como no tenían los derechos la multinacional les metió un pleito que se les cayó el pelo.
 
. . .  
 
Con lo que decidieron cambiar de imagen, y aprovechar para ponerse morenos de manera integral. Y con esta acción se dieron cuenta de lo favorecedor que es tener color en la piel. Y con estas fuerzas renovadas se lanzaron a por todo aquello que no se habían atrevido a hacer antes.
 
. . .  
 
Y se besaron.
Su lenguas hablaron el único idioma. Sus dedos se cruzaron en una noche de ojos cerrados. La luna desapareció bajo la cortina de sus párpados.
A partir de ese día se odiaron.
 
. . .  
 
¿Se odiaron? O realmente tan sólo ocuparon el banco del pequeño parque frente a su apartamento, mirando como sucedían el resto de sus días. Sin nada más que hablar, sin nada qeu elegir a la vez para mirar, sin nada que la piel recibiese como caricia. Ellos estaban pero entre ellos los vínculos habían desaparecido o quizás nunca habían existido.
 
. . .  
 
Pero lo que vivió le había enseñado otra forma más libre de entender las relaciones. Era triste la despedida, era triste que todo hubiera muerto, pero se llevaba el sabor del aprendizaje y los arañazos de la ternura. Abrió la puerta y salió de la habitación a oscuras sin hacer ruido. Se vistió en el pasillo y garabateó la despedida en una hoja de papel.
"Ha sido estupendo pero ya no es"
 
. . . 
 
Salió a la calle, y al cruzar la esquina se perdió entre la gente, decenas de personas que no conocían el precio de su herida." 
 
. . . 
 
 

0 comentarios